Historia de Tijuana
Tijuana:
Es una ciudad mexicana
perteneciente al estado de Baja
California. Es la más poblada de este estado y la sexta en
importancia de México, se ubica a 170 km al oeste de la capital estatal, Mexicali
y aproximadamente a 60 minutos al norte de Ensenada. La ciudad es cabecera del municipio del mismo nombre y se le conoce entre
otros epítetos
como la esquina de México o la puerta de México. Su lema es "Aquí empieza la
patria".
Es la ciudad más occidental de América
Latina, aunque la localidad más occidental es Isla Guadalupe, ubicada en
la isla homónima.
Tijuana se ubica como la sexta zona metropolitana del país
pero que conforma junto a la ciudad de Rosarito,
Tecate
y San Diego (California), la zona
metropolitana "trasnacional" más grande de México,
con más de 5 millones de habitantes.
Tiempos prehispánicos
Tijuana fue poblada originalmente por los kumiai (k'miai), una de las familias indígenas que junto con los cucapah, pai pai, kiliwa, cahilla y akula poblaron el norte de la península de Baja California. El área en que se asienta la ciudad ha estado habitada desde la Época Prehispánica. De ello hay diversas referencias, algunas de ellas en crónicas de los primeros misioneros que cruzaron la región, en su paso hacia el Norte. También existe una serie de elementos lingüísticos que permiten formular la hipótesis de que la palabra Tijuana es de origen indígena. Al respecto hay varias explicaciones del posible significado del vocablo, pero lo que sí está perfectamente documentado es que en el año de 1809, en el libro bautismal de la misión de San Diego, se asentó el bautizo de un indígena “de la ranchería de tía Juana”. Esto hace pensar en la posibilidad de que el párroco que hizo el asiento haya castellanizado una palabra indígena que no entendió bien.
Fundación de Tijuana
En 1829, casi al finalizar la
época misional, José María Echendía,
Gobernador de las Californias, concedió a Santiago Arguello Moraga el rancho
Tijuana,
superficie de seis sitios de ganado mayor, equivalente a 10 000 hectáreas.
En 1846, con motivo de la guerra México - Estados Unidos,
inicia la Marina de guerra de Estados Unidos la invasión de Las
Californias. La lucha que se desató, bastante desigual, obligó a
México a negociar la forma de concluir la catástrofe; la disyuntiva era aceptar
la paz o continuar la guerra.
Una vez firmado el armisticio, la
atención se centró en fijar los nuevos límites. México, tras consultar al
Congreso y a los gobiernos de la República, se vio obligado a firmar el Tratado de Guadalupe-Hidalgo el 2 de
febrero de 1848, perdiendo más de la mitad de su territorio, incluidos Alta
California, Arizona, Nuevo México y Texas.
Consecuencia de todo ello y de la
solución que se dio a la ubicación del puerto de San Diego, fue que Tijuana
quedó como frontera con California, hecho al que debe fundamentalmente su razón
de existir.
El 2 de enero de 1864 (fecha
propuesta y admitida por Magdaleno Robles Sánchez), Tijuana ingresó a la historia
por derecho propio.
Fue a principios de mayo de 1911, cuando la población que ya por ese entonces
contaba con no más de 100 casas fue tomada por asalto por un grupo de mexicanos
y extranjeros, en su mayoría anglosajones, comandados por los hermanos Flores Magón,
que tenían la intención de hacer de Baja
California una república socialista al amparo del Partido Liberal Mexicano que ellos habían
fundado. Los habitantes de Tijuana y del resto del estado se sintieron
agredidos por los que llamaron filibusteros
y se aprestaron a luchar contra ellos. En este proceso de lucha, después de
algunas escaramuzas en las cuales no faltaron los muertos, los llamados filibusteros se regresaron a los Estados
Unidos meses después al fracasar su intento de independizar Baja
California de México para proclamar la que hubiera sido la primera república
socialista del mundo.
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